Granola de Naranja
La naranja es la solución a muchos de nuestros problemas… pero aún no lo sabíamos.
Todas tenemos días en los que despertamos desmotivadas, parece que nos han quitado la energía, nuestra piel está seca y nuestro cuerpo se siente débil. A veces simplemente no queremos despegarnos de las sabanas. Y eso está bien. Tenemos que escucharnos, pero también es importante saber que hay ciertos alimentos que nos pueden ayudar a vencerlo todo, ¡la naranja es uno de ellos!
La experiencia de comer naranjas es en sí misma sanadora. Nos recuerda a los desayunos tranquilos de domingo, en los que tomamos cada bocado con calma y nos damos el tiempo de disfrutarlo. Cuando cortamos y pelamos una naranja, percibimos un aroma único, fresco y revitalizante. El resultado es un ritual de aromaterapia natural que tiene muchísimos beneficios, como mejorar el sueño, subir el ánimo, calmar al cuerpo, y reducir el estrés y la ansiedad.
En los días grises, la naranja es una gran aliada. Su consumo mejora la síntesis de dopamina, que es el neurotransmisor a cargo del placer, la motivación y la relajación. Es un antidepresivo natural que, aunque no funciona para tratar un cuadro psicológico severo, sí puede mejorar un mal día.
El consumo de naranja también nos aporta beneficios en los días buenos, pues tiene nutrientes que mejoran el sistema inmunológico y la circulación, e hidratan la piel. También contiene mucha vitamina C, conocida por su producción de colágeno y elastina, que ayudan al antienvejecimiento y a tener la piel tonificada y firme. Y, además, su poder antioxidante ayuda a tener un metabolismo saludable.
Incluir a la naranja como parte de nuestra dieta cotidiana cumple una doble función: tiene beneficios tangibles para nuestro cuerpo y, a la vez, comerlas es en sí mismo un ritual de sanación para el alma. Con esta fruta podemos darle a nuestro cuerpo y nuestra alma justo lo que necesitan.
Escucha tu cuerpo, escúchate a ti, date lo que necesitas. A veces en un jugo o en una granola de naranja está una parte de la respuesta.
Receta
Ingredientes:
3/4 taza de avena natural
1/2 taza de chia
1/2 taza de amaranto
1/2 taza de almendras naturales
2 naranjas
1/2 taza de miel de abeja natural
1 cucharada de canela molida
1 cucharadita de jengibre molido (opcional)
1 cucharada de aceite de coco derretido
1 cucharadita de extracto de vainilla
Toppings:
1/3 taza de quinoa inflada
1/3 taza de semillas de hemp
1/3 taza de amaranto
Pasos:
Precalentar el horno a 350 grados Fahrenheit y forrar una bandeja para hornear con papel pergamino.
En un tazón grande, combinar la avena, las almendras, la chia y el amaranto.
Agregar el jugo de naranja, aceite de coco, miel, canela, jengibre y extracto de vainilla. Mezclar bien, hasta que cada avena y almendra estén ligeramente cubiertas.
Colocar la granola en la bandeja para hornear y usar una cuchara grande para extenderla en una capa uniforme. Es importante que la capa no tenga espacios intermedios (evita que la mezcla se queme).
Hornear hasta que estén ligeramente doradas, aproximadamente 35 a 40 minutos (para granola extra grumosa, presionar la granola agitada hacia abajo con su espátula para crear una capa más uniforme). La granola se volverá más crujiente a medida que se enfríe.
Dejar enfriar la granola (al menos 45 minutos).
Agregar quinoa inflada, amaranto y semillas de hemp.
*Nota: si te gusta una granola más crujiente, apagar el horno a los 35 - 40 minutos y dejar la granola por 15 minutos más.
¡Disfruta!